El inodoro emplea entre 6 y 10 litros de agua potable cada vez que se vacía la cisterna, algo que se repite varias veces a diario. Reduciendo este consumo se puede conseguir un ahorro importante.
Para reducir el consumo de la cisterna
se puede introducir una botella (o cualquier otra cosa que abulte y que no
flote) dentro de ella. El espacio que ocupa la botella (o botellas) dentro de
la cisterna no se llenará y en cada descarga se empleará menos agua. La botella
deberá llevar algo que pese en su interior para que no flote.
Otro sistema, mucho más rudimentario
aún, consiste en ahorrar con un cubo. A la hora de ducharse es habitual dejar correr el agua hasta que tiene
la temperatura adecuada. Si en lugar de dejarla correr se recoge en un cubo,
posteriormente se podrá usar para limpiar el inodoro en vez de vaciar la
cisterna. Con dos cisternas diarias menos cada hogar puede ahorrar hasta 350
litros al mes. También se puede hacer con el agua del baño del bebé o con la de
la ropa que se lave a mano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario